DISLALIAS
Trastorno en la articulación de los fonemas por
alteraciones funcionales de los órganos periféricos del habla (labios, lengua,
velo del paladar). Se trata de una incapacidad para pronunciar o formar
correctamente ciertos fonemas o grupos de fonemas.
La dislalia puede afectar a cualquier consonante o vocal, pero suele darse una
mayor incidencia del problema en ciertos sonidos; en unos casos porque
requieran mayor agilidad y precisión de movimientos, como sucede con la /r/; en
otras ocasiones porque el punto de articulación no es visible y se puede hacer
más difícil su imitación, como la /k/, y a veces porque existen sonidos, como
la /s/, en los que hay una mayor tendencia a deformar las posiciones
articulatorias de la lengua. La
dislalia es una de las anomalías del lenguaje que con más frecuencia se
presenta en los centros escolares, sobre todo en el alumnado de infantil y
primer ciclo de primaria. Asimismo dentro de las alteraciones del lenguaje
está entre las que tienen un pronóstico más favorable. Para la
denominación de las distintas dislalias, según el fonema afectado, se utiliza
una terminología derivada del nombre griego del fonema de que se trate, con la
terminación “tismo” o “cismo”. Así hablaremos de:
- Rotacismo: la no articulación
del fonema /r/.
- Ceceo: pronunciación de /s/ por
/z/.
- Seseo: pronunciación de /z/ por
/s/.
- Sigmatismo: la no articulación
del fonema /s/.
- Jotacismo: la no articulación
del fonema /x/.
- Mitacismo: la no articulación
del fonema /m/.
- Lambdacismo: la no articulación
del fonema /l/.
- Numación: la no articulación
del fonema /n/.
- Nuñación: la no articulación
del fonema /ñ/.
- Kappacismo: la no articulación
del fonema /k/.
- Gammacismo: la no articulación
del fonema /g/.
- Ficismo: la no articulación del
fonema /f/.
- Chuitismo: la no articulación
del fonema /ch/.
- Piscismo: la no articulación
del fonema /p/.
- Tetacismo: la no articulación
del fonema /t/.
- Yeismo: la no articulación del
fonema /ll/.
- Chionismo: sustitución de /rr/
por /l/.
- Checheo: sustitución de /s/ por
/ch/.
SINTOMATOLOGÍA
El lenguaje de un niño dislálico, si se encuentra
muy afectado al extenderse la dificultad a muchos fonemas, puede llegar a
hacerse ininteligible, por las continuas desfiguraciones verbales que emplea,
como ocurre en las dislalias múltiples. Los errores más frecuentes que
encontramos en un niño dislálico son:
- Sustitución
- Error
de la articulación en que un sonido es reemplazado por otro. El alumno se
ve incapaz de pronunciar una articulación concreta, y en su lugar, emite
otra que le resulta más fácil y asequible. Por ejemplo, dice “lata” en
lugar de “rata”.
- También
puede darse este error de sustitución por la dificultad en la percepción
o discriminación auditiva. En estos casos, el niño percibe el fonema, no
de forma correcta, sino tal como el lo emite al ser sustituido por otro.
Por ejemplo, dice “jueba” en lugar de “juega”.
- Distorsión
- Hablamos
de sonido distorsionado cuando se da de forma incorrecta o deformada,
pudiéndose aproximar más o menos a la articulación correspondiente. Es
decir, cuando no siendo sustitución, no emite el sonido correctamente.
- Las
distorsiones suelen ser muy personales siendo muy difícil su
transcripción al lenguaje escrito. Generalmente son debidas a una
imperfecta posición de los órganos de articulación, o a la forma improcedente
de salida del aire fonador. Por ejemplo, dice “cardo” en lugar de
“carro”.
- La
distorsión junto con la sustitución son los errores más frecuentes.
- Omisión
- El
niño omite el fonema que no sabe pronunciar. En unas ocasiones la omisión
afecta solo a la consonante, por ejemplo, dice “apato” en lugar de
“zapato”. Pero también se suele presentar la omisión de la sílaba
completa que contiene dicha consonante, por ejemplo, dice “lida” en lugar
de “salida”. En los sinfones o grupos consonánticos en los que hay que
articular dos consonantes seguidas, como “bra”,”cla”, etc., es muy
frecuente la omisión de la consonante líquida cuando existe dificultad
para la articulación.
- Adición
- Consiste
en intercalar junto al sonido que no puede articular, otro que no corresponde
a la palabra. Por ejemplo, dice “balanco” en lugar de “blanco”, “teres”
en lugar de “tres”.
- Inversión
- Consiste
en cambiar el orden de los sonidos. Por ejemplo, dice “cocholate” en
lugar de “chocolate”.
"Es preciso no confundir una dislalia
funcional que ya tiene un carácter patológico por una función anómala de los
órganos periféricos, con una dislalia de evolución que no es más que el
defecto de articulación normal en la evolución del lenguaje. Pero si esta
articulación defectuosa persiste pasados los 4 ó 5 años, ya puede tener un
carácter patológico y será conveniente comenzar lo antes posible el tratamiento
adecuado. Si no se atiende debidamente, el defecto se afianza, los órganos
fonatorios pierden plasticidad y su corrección se hará cada vez más
costosa" (Pilar Pascual).
Frecuentemente se aborda el tratamiento
de la dislalia funcional con dos estrategias: intervención indirecta e
intervención directa.
La intervención indirecta tiene por
objeto conseguir la maduración de los órganos fonatorios y por lo tanto sus
apartados son similares a los que hemos mencionado al hablar de la estimulación
del lenguaje oral en la Educación Infantil aunque, cuando hablamos de dislalias
funcionales, su finalidad es ya más correctiva que preventiva y los ejercicios,
aunque han de seguir siendo motivantes, tienen un componente menos lúdico.
La intervención directa intenta la
articulación del fonema-problema y la generalización de éste en el lenguaje
espontáneo. Continúa con ejercicios del tratamiento directo pero incide
fundamentalmente en el punto y modo de articulación.
Intervención indirecta
Enumeramos a continuación una serie de
ejercicios propios de la intervención indirecta, esto no quiere decir que
debamos realizar todos o la mayoría de estos antes de iniciar la intervención
directa, sino que seleccionaremos aquellos que guardan relación con
la causa de la dislalia y los realizaremos como unos ejercicios
más del tratamiento directo dentro de la misma sesión. En este sentido José
R. Gallardo Ruiz es partidario de "intervenir siempre directamente
intentando la producción correcta del fonema. A veces basta con explicar al
niño la posición correcta de los órganos articulatorios, la salida del aire
fonador y la tensión necesaria en los labios y lengua para que, en pocas
sesiones, se produzca el fonema correcto y pasemos al afianzamiento y la
generalización; con ello hemos ahorrado un tiempo y un esfuerzo nada
despreciables".
Pese a lo anterior deberemos interrumpir
el tratamiento directo y centrarnos sólo en el indirecto cuando:
- El
niño parece muy ansioso por el problema del habla.
- El
trastorno del habla es muy amplio.
- El
niño comienza a tartamudear.
Ejercicios de respiración
La función respiratoria tiene como
objetivo lograr la coordinación entre la inspiración, pausa y espiración
localizadas en la zona costodiafragmática.
Los ejercicios podemos hacerlos
acostando al niño en una colchoneta o también de pie, siempre con ropa floja.
- La
inspiración será nasal, profunda y regular (como oliendo una flor), el
aire se retendrá unos segundos para a continuación hacer una espiración
preferentemente bucal, aunque introduciremos también algún ejercicio de
espiración nasal.
Para percibir el movimiento
costo-diafragmático podemos poner un objeto encima del abdomen o bien las
propias manos. Una vez automatizada la respiración costo-diafragmática podemos
hacer los siguientes ejercicios.
1. Inspiración nasal
lenta y profunda (oliendo una flor). espiración nasal de la misma forma.
2. El ejercicio anterior
pero con espiración bucal.
3. Inspiración nasal
lenta y profunda. Retención. Espiración contando: primero hasta 3, luego hasta
4, 5, 6, 7, 8, 9, 10; según la edad del niño.
Lo anterior puede hacerse de pie y con
elevación de brazos, así como introducir otras variantes.
Ejercicios de soplo
- Apagar
velas, inflar globos, tocar el silbato, la flauta, la armónica, voltear
figuras de papel.
- Soplar
la llama de la vela sin apagarla, plumas, papel, etc.
- Desplazar
barquitos de papel sobre el agua, hacer mover figuras colgantes, hacer
pompas de jabón.
- Hacer
burbujas, soplar un molinillo, desplazar objetos rodantes sobre la mesa,
mantener una pluma en el aire, mover una hilera de flecos de papel.
- Abrir
y cerrar la boca lentamente.
- Abrir
y cerrar la boca rápidamente.
- Abrir
la boca despacio y cerrarla deprisa.
- Abrir
la boca deprisa y cerrarla despacio.
- Masticar.
- Mover
la mandíbula inferior de un lado a otro alternativamente.
- Inflar
las mejillas, juntas y separadas.
- Movimiento
de enjuague de la boca (inflar y ahuecar alternadamente).
- Empujar
con la lengua las mejillas hacia fuera.
Ejercicios de "alas" nasales
- Movimiento
de inspiración forzada. (Estrechamiento de orificios nasales).
- Movimiento
de espiración forzada.
- Dilatación
y retracción voluntaria de los orificios nasales.
Ejercicios del velo del paladar
- Bostezar.
- Toser.
- Hacer
gárgaras.
- Carraspear.
- Con
la boca abierta, inspirar por la nariz y espirar alternadamente por la
boca y la nariz.
- Sonrisa
con labios juntos.
- Sonrisa
con labios separados.
- Proyectar
los labios fruncidos (beso).
- Proyectar
los labios hacia delante, abrir y cerrar el orificio bucal (conejo).
- Morder
el labio superior y el labio inferior.
- Sostener
elementos entre el labio superior y la base de la nariz.
- Con
los labios juntos, llenar la boca de aire que se proyectará al exterior,
venciendo repentinamente la resistencia labial.
- Vibración
de labios con fonación (moto).
- Emisión
(con las arcadas dentales unidas) de: iu, io, ui, uo.
- Silbar.
(Con la lengua más bien ancha entre los
dientes y entre los labios).
- Lengua
plana dentro de la boca abierta.
- Lengua
plana detrás los incisivos superiores e inferiores.
- Lengua
ancha por delante de incisivos superiores e inferiores tocando la encía.
- Doblar
la lengua ancha hacia arriba y hacia atrás y hacia abajo y atrás.
- Relamerse.
- Chasquido.
(Adherir bien la lengua ancha contra el paladar).
- Vibración
de la lengua entre los labios.
(Con la lengua normal o un poco puntiaguda).
- Con
la lengua angosta tocar las comisuras labiales.
- Tocar
el centro del labio superior e inferior.
- Con
la boca abierta pasar la punta de la lengua por el borde de los labios en
forma circular, en ambos sentidos.
- Con
la boca cerrada, pasar la punta de la lengua alrededor de los labios en la
pared bucal interior.
- Colocar
la punta de la lengua detrás de los incisivos superiores y de los
inferiores.
- Empujar
las mejillas alternadamente (caramelo).
(Ejercicios para la zona media y
posterior).
- Colocar
el ápice detrás de los incisivos inferiores, levantar la parte
media.
- Hacer
gárgaras.
- Pronunciar:
[tók / tók / tók / ták / ták // ding / dong //bãng /bãng] secuencia fonética
que transcrita ortográficamente sería toc, toc, toc, tac, tac; ding, dong;
bang, bang.
Existen distintas técnicas de
relajación: de respiración, de concen-tración, de asociación de imágenes, etc.,
pero quizás la "Relajación Progre-siva de Jacobson" basada en la
sensación que provoca la "concentración" y "distensión"
muscular, adaptándola a la edad del niño y con el lenguaje apropiado puede ser
una de las técnicas más apropiadas al tratar las dislalias .
Ejercicios de discriminación auditiva y fonemática
(Esther Pita en el cuaderno de fichas de
"Prevención de las dislalias " propone, entre otros,
los siguientes ejercicios).
1. Discriminación de la duración de los
sonidos.
- Discriminación
entre sonido largo y corto
- Discriminación
entre sonido continuo y discontinuo.
- Discriminación
entre uno y dos golpes de tambor. Entre 2-3, 3,-4, etc.
- Discriminación
de secuencias: largas y cortas, continuas y discontinuas.
2. Discriminación de tonos.
- Discriminación
entre un sonido grave, medio y agudo. Combinarlos.
3. Discriminación de objetos y juguetes
sonoros.
4. Discriminación de ruidos producidos
por nuestro cuerpo.
5. Discriminación de vocales iniciales.
El niño tiene que reconocer las palabras a través de la vocal inicial.
Seleccionamos cinco fichas que empiecen cada una de ellas por una vocal
diferente y nombramos con los niños cada imagen, después él tiene que señalar
la ficha que previamente le hemos nombrado a su espalda. A continuación
reconocerá la ficha diciéndole solamente la vocal inicial. En un segundo paso
se le inducirá a pensar nuevas palabras que empiecen por una vocal determinada,
dibujándolas en una lámina y fabricando así nuevas listas. Podemos hacer lo
mismo con consonantes iniciales y con sinfones.
6. Discriminación de palabras
monosílabas.
7. Discriminación de consonantes con
oposición del rasgo sonoro-sordo. En este caso podemos proceder
como indicábamos al hablar de la exploración fonemática.
8. Discriminación de consonantes con
puntos de articulación muy próximos.
(Inés Bustos en las fichas para
"Discriminación Fonética y Fonológica" propone los siguientes
ejercicios).
- Reconocimiento
de imágenes cuya estructura vocálica es idéntica a la del modelo
presentado.
- Reconocimiento
y selección de palabras que contienen idéntica estructura vocálica que el
modelo.
- Discriminación
de la cantidad de elementos vocálicos que forman la palabra.
- Reconocimiento
de palabras de una, dos y tres sílabas.
- Asociar
palabras que riman.
- Reconocer
el ritmo o acentuación de la palabra (sílaba tónica).
- Reconocimiento
de grupos fonéticos dentro de una palabra.
- Relacionar
y escribir la palabra según sus componentes vocálicos.
- Indicar
la letra que cambia entre dos palabras.
Con el ordenador,
utilizando distintos programas informáticos que trabajen estos aspectos,
podemos convertir estas actividades en un juego de lo más atractivo para el
niño. Entre los programas que trabajan la discriminación fonemática destacamos
por su utilidad el programa Hamlet. Ed. Aquari Soft.
Intervención directa
Orientaciones generales para la intervención directa
1. Enfoque
pluridimensional. Este ha de tener un doble sentido, por una parte hemos de tener en
cuenta, no sólo el problema de pronunciación, sino el lenguaje en su conjunto y
al niño en su totalidad y por otra hemos de partir siempre de la colaboración
con el resto de los profesionales que inciden en la educación del niño
2. Conveniencia del
tratamiento precoz. Progresivamente los órganos articulatorios van perdiendo plasticidad. Es
más fácil corregir un rotacismo a los 6-7 años que a los 10 ó 12, además
la persistencia del problema articulatorio puede crear problemas de baja
autoestima en el niño.
3. Importancia de la
colaboración de los padres. Si les explicamos de forma clara y
sencilla lo que pueden hacer y si además participan en alguna sesión de
reeducación, tendremos en ellos un apoyo muy importante sobre todo a la hora de
afianzar la articulación del fonema corregido.
4. Partir de una buena
evaluación (exploración). Esto nos permitirá seleccionar los ejercicios adecuados. Carece de sentido
dedicar tiempo a hacer discriminación auditiva si el niño no tiene problemas en
este campo o hacer ejercicios de labios, mandíbula etc. si no presenta
problemas en la motricidad de esos órganos.
5. Elaborar un programa
de trabajo: nº de sesiones, duración de las mismas, ejercicios que vamos a realizar,
materiales a utilizar, etc.
6. Explicarle al niño en
qué consiste el problema, lo que vamos a hacer así como el objetivo de cada
ejercicio. Aunque tenga poca edad, si utilizamos el lenguaje adecuado, nos entenderá y
su colaboración será mejor.
7. Hacer una
autoevaluación constante. Esto nos permitirá suprimir o variar ejercicios en función de los
resultados.
8. Intercambiar
ejercicios. No debemos hacer monótona la sesión, si es necesario introducir alguna
actividad lúdica.
9. Si utilizamos algún
aparato, familiarizar primero al niño con él, en este sentido es
aconsejable dejarle el logofón para que juegue con él antes de empezar a
utilizarlo.
10.
Buscar la colaboración del niño. Nada ayudará tanto a la superación del
problema como despertar el interés del niño, no sólo en cada sesión, sino
también fuera de la misma. Es importante que siga practicando él sólo, como si
fuera un juego, alguno de los ejercicios que hemos realizado en la sesión.
11.
Importancia de la empatía y refuerzo positivo. Resaltar los avances,
minimizar las dificultades.
12.
Si no obtenemos los resultados deseados buscar información. En este sentido la
bibliográfica sobre el tema o consultar con otro profesional, nos puede ayudar
a mejorar los resultados.
Algunos materiales
Espacio físico adecuado, una colchoneta,
espejo, depresores, materiales para trabajar: soplo, ritmo,
discriminación auditiva, motricidad labial y lingual; libros de imágenes,
libros de cuentos, algunos juguetes, alguna bibliografía, etc.
Aunque no tan necesarios como los
anteriores, también son convenientes: logofón, espirómetro, ordenador
con algunos programas y espejo de Glatzel .
Estrategias a seguir
en el tratamiento de cada dislalia
1. En función de la
evaluación, seleccionar los ejercicios del tratamiento indirecto: labios,
lengua, paladar, soplo, respiración, discriminación auditiva, etc.
adaptados al caso.
2. Indicar en una lámina
y en el espejo el punto y modo de articulación.
3. Seleccionar las
estrategias concretas de corrección. Para cada problema de pronunciación hay
algunas pautas concretas que es fundamental conocer y seleccionar a la hora del
tratamiento.
4. Buscar sensaciones
propioceptivas.
5. Una vez conseguido el
fonema articularlo progresivamente en sílabas, palabras y frases.
6. Lectura en voz alta.
7. Lenguaje espontáneo.
Clasificación de los fonemas del español
- Por
la acción de las cuerdas: sonoros y sordos.
- Por
la acción del velo del paladar: orales y nasales.
- Por
el modo de articulación: oclusivos, fricativos, africados,
nasales, laterales y vibrantes.
- Por
el punto de articulación: bilabiales, labiodentales, linguodentales
o dentales, linguointerdentales o interdentales, linguoalveolares o
alveolares, linguopalatales o palatales, linguovelares o velares.